Sufismo y Paz

El actual estado agitado del mundo, y las inestables relaciones humanas en él, son el resultado de una combinación de acontecimientos desfavorables y la búsqueda intencionada o no intencionada de ideologías infundadas y disruptivas del pasado así como del presente. Por tanto, todos los valores innatos, las posibilidades y los recursos que están dentro del interior del hombre están en peligro de destrucción. Esta es una señal de peligro que debe alertar e impulsar a la humanidad de esta época, especialmente a las personas reflexivas y que buscan la paz en todo el mundo, para pensar y meditar sobre ello profundamente. Es el momento de prestar atención a las palabras gloriosas de verdad y revelación de Dios Todopoderoso en el Corán:

يَقُولُ الْإِنسَانُ يَوْمَئِذٍ أَيْنَ الْمَفَرُّ

En ese día el hombre dirá: ¿Cuál es el camino a la redención y al refugio? (75:10)

¿No es hoy ese día? ¿Es posible que la humanidad avance en apariencia, aunque al mismo tiempo esté turbada y vengativa? ¿No debe reconocer y conocer la palabra verdadera de la paz y la tranquilidad en el infinito Libro de la Existencia, y por el conocimiento verdadero de la dignidad humana, intercambiar este estado de fuego infernal por el paraíso prometido?

Todas estas preguntas y muchas más, dirigen nuestra atención a estas cuestiones tan importantes: ¿Qué es la paz? ¿Dónde y bajo qué condiciones prevalece? Siete mil años de historia humana escrita, más millones de años de evolución de la especie humana, son testigo sólo de las excusas infinitas de la humanidad para justificar sus acciones destructivas, agresivas y vergonzosas. La Humanidad no sólo no ha alcanzado su meta de una paz relativamente continua sino que, a pesar del rápido avance y expansión de la ciencia que tanto prometía, se ha alejado aún más del plano de la paz verdadera.

Hazrat Salaheddin Ali Nader Angha, el maestro espiritual de la Escuela de Sufismo Islámico M.T.O. Shahmaghsoudi®, en el libro Paz afirma:

"El pensamiento lógico exige que una medida firme y sólida sea reconocida por el hombre, de forma que se diseñe un sistema estable o estructura social, y se den pasos firmes hacia su implementación. Por tanto, diseñar cualquier sistema obligatorio que fuerce al hombre a una estructura predefinida no en armonía con la naturaleza y la personalidad del hombre resultará en explosión y devastación a corto plazo.

Por tanto, sólo las leyes y los sistemas sociales que no se opongan racional y científicamente frente a la esencia del hombre serán permanentes y exigibles. Por esta razón, es necesario conocer al hombre y su personalidad universal desde el punto de vista del Sufismo (Irfan). Este ha sido el tema de las enseñanzas de los profetas de religión."1

Paz y Estabilidad en Existencia

Molana Shah Maghsoud Sadegh Angha, el gran Arif (Maestro Sufí) de nuestra era, en el libro Salmo de los Dioses, se dirige a la humanidad:

"En el destino de la naturaleza, los pactos del hombre son aparentes, pero a los sentidos, son desconocidos."

Las ciencias experimentales y las diferentes teorías avanzadas estiman que la era de nuestro sistema solar tiene miles de millones de años. Por tanto, determinar la edad de las galaxias y otros sistemas planetarios, y del universo infinito, es inconcebible. Sin embargo, durante este espacio de tiempo, el universo ha continuado con tranquilidad y paz a través de sus revoluciones orbitales sin titubear nunca. ¿Qué ley prevalece en este viaje casi infinito que rige todas las entidades y sus interrelaciones concretas? El reconocimiento y el descubrimiento de este principio específico: la fuente que causa una permanencia relativa de dicha materia y los cuerpos celestiales, puede ser inestimable para alcanzar un entendimiento más profundo y conclusivo de la paz.

Por otro lado, siempre que comparamos la estructura de este inmenso sistema solar con la estructura y organización de las estructuras atómicas, observamos que dentro de cada elemento de la Tierra y de otros planetas del sistema solar, todos ellos siguen una ley que penetra a todos. El cumplimiento de esta ley absoluta y su influencia han hecho posible esta relativa estabilidad física.

El factor determinante constante que mantiene a todas las partículas en equilibrio es la ley de sumisión. La razón de esta supervivencia de todas las manifestaciones, partículas y ondas, que parecen ser eternas, es su sumisión total, completa y continuada a las leyes penetrantes y estables de la existencia. El conocimiento de la ley, el poder imperante del destino de todas las partículas y las galaxias, y especialmente de la verdad del ser humano, nos ponen en contacto con el conocimiento ampliado inherente en la naturaleza y de tranquilidad verdadera. 2

Paz y el ser humano

"Igual que los diamantes preciosos que no se deterioran en el barro de los pantanos, y las venas que fluyen de oro puro mantienen su lugar en el corazón de la tierra y se niegan a mezclarse con el resquebradizo lodo de las minas, aunque su luminosidad las distinga y las separe del polvo volátil que se desintegra, así tiene el hombre un atributo distintivo en su ser natural, terrenal, que es también luminoso y tiene que emprender una vida separada. La dimensión eterna y fiable del hombre, escondida dentro de él, es inaccesible a la dimensión limitada de la naturaleza, a sus pensamientos y sensaciones inmaduros. El conocimiento de la verdad del hombre en su esfera más celestial tiene como resultado leyes más constantes y correctas."3

La dimensión eterna yace escondida dentro de los seres humanos y es inaccesible a sus limitadas percepciones, pensamientos y sentidos. En esta dimensión, las limitaciones y las fronteras cesan de existir y las diferencias de raza, etnia, cultura y género son insignificantes. El conocimiento de la verdad del individuo en su esfera eterna tiene como resultado leyes fiables y constantes.

Las instrucciones y los mensajes de los profetas están dirigidos a esta dimensión del hombre, con una receptividad particular y una capacidad de recibir formación especial.

El sufismo es el método por el cual el hombre se reconcilia con su dimensión eterna.

El sufismo enseña que toda la existencia, desde los átomos a las galaxias a los seres humanos, todos sometidos a su centro informado están guiados por su conocimiento innato.

El centro de la "I" es el centro informado, el que prevalece. El descubrimiento de la "I" la fuente de vida que está dentro, es el primer paso en el viaje hacia el auto-conocimiento, la paz y la justicia.

Paz y sociedad

Una sociedad humana próspera se alcanza a través de la armonía exterior e interior de cada uno de sus miembros, y su existencia armoniosa en un sistema unificado. Sin alcanzar esto, todas las leyes y acuerdos internacionales, y todas las organizaciones que utilizan el término "paz" como concepto sin entenderlo, fracasarán con métodos existentes en el objetivo de crear una sociedad próspera y pacífica. Cuando los valores verdaderos de una persona son completamente conocidos, es posible diseñar e implementar otras leyes de acción que estén construidas sobre esos valores.

Por tanto, hasta que la humanidad sea capaz de descubrir el terreno común de encuentro absoluto, será incapaz de formular y ejecutar leyes o interpretar sistemas sociales que superen la prueba del tiempo. Esta es la razón por la que las leyes sociales sin cimientos firmes son incapaces de proporcionar soluciones y resultados eficaces.

A menos que las organizaciones reflexivas que sirvan como innovadores para el cambio social y educativo descubran una medida espiritual constante, los factores dispares y cambiantes como el prejuicio y las diferencias de actitud a las fronteras territoriales existentes no podrán ser eliminados.

El sufismo enseña que la Religión, a pesar de todas las ramas de pensamiento y sectas, es la estabilidad del ser humano en la verdad eterna y última, como lo revela el Sagrado Corán:

إِنَّمَا تُوعَدُونَ لَصَادِقٌ (51:5)

وَإِنَّ الدِّينَ لَوَاقِعٌ (51:6)

¡Ciertamente, aquello con que se os amenaza es verdad! Y el Juicio, sí, tendrá lugar.

Islam, que deriva de la raíz slim, significa paz y tranquilidad. Las palabras del Señor de los creyentes y los puros, Amir-al-Mo’menin Ali (la paz sea con él), la luz guía de la humanidad, certifican este objetivo genuino y sagrado:

Islam es sumisión, y sumisión es estabilidad y constancia en la realidad verdadera de la Existencia.

El objetivo último de las enseñanzas del Islam es el descubrimiento de las leyes constantes y eternas de la existencia, y la realización de una libertad y una justicia cuya medida es tan vasta como el infinito. Y, su logro potencial será la fuente de paz y tranquilidad para todos los individuos y las sociedades de la humanidad hasta el grado de las leyes naturales y la inmensidad de los campos y las fuerzas del Universo. Por tanto, aquellos que tienen una devoción y un amor inquebrantables hacia la fuente y la verdad existencial, están absueltos de todos los deseos excesivos, conflictos y errores, y su ser sólo propagará, amor, afecto y paz. 4

No debemos pensar que tenemos que emprender proyectos monumentales e intrincados para lograr nuestro objetivo. En vez de intentar persistentemente de diseñar e implementar ideales ilusorios de sociedades o instituciones, los pensadores y los líderes deben centrar sus esfuerzos en proporcionar los medios que ayudará a los individuos a descubrir sus valores verdaderos. Los sistemas educativos y los programas de formación deben revisarse por personas para que se desarrollen de forma eficaz y desplieguen las verdaderas capacidades y potenciales. A menos que los pensadores compasivos y dedicados descubran los métodos educativos correctos y se esfuercen en corregir los existentes, parece poco probable que nos acerquemos a una paz imperante deseadas por las sociedades humanas.5

En cualquier disciplina uno debe estudiar y experimentar según la instrucción y la dirección de un profesor erudito para dominar las materias. Del mismo modo, es necesaria la presencia de un Maestro Espiritual para descubrir la verdad del ser humano, y la hoja de ruta a la dimensión eterna. El Arif (Maestro Sufí) es aquel que ha alcanzado conocimiento de la realidad, y puede proporcionar dirección en el viaje hacia el autoconocimiento.

Rumi, el Sufí del siglo XIII afirmó:

"Aquel que viaje sin guía necesita doscientos años para una travesía de dos días."


1. Molana Salaheddin Ali Nader Angha. Peace (Verdugo, CA: M.T.O. Shahmaghsoudi Publications,1987), 27.
2. Ibid., 30-31.
3. Ibid., 45-46. 4. Ibid,. 34. 5. Molana Salaheddin Ali Nader Angha. Theory “I”: The Inner Dimension of Leadership (Riverside, CA: M.T.O. Shahmaghsoudi Publications, 2002), 169.